viernes, 9 de noviembre de 2007

pase lo que pase el tiempo que pase te seguire amando mi bella princesita. Valeria

miércoles, 7 de noviembre de 2007

soledad

El silencio, mi compañero de la noche, que solo lo interrumpe los suspiros de recuerdos que a duras penas emite el alma, mientras agoniza tu ausencia, y se pregunta ¿Porque no estas aquí? ¿Por qué no vuelves? Mientras tanto te pienso, linda, dulce y alegre; de piel aterciopelada, impregnada por ese sutil aroma que se obtiene en los campos de alcatraces. Será que tanto te extraño, que pienso en aquel día que te vi y que se paralizaron mis sentidos al ver tu silueta, tu sonrisa que ilumino mi mundo, ese sentimiento que me envolvía e invadía solo al verte, un fuerte palpitar dentro de mi capaz de mover montañas y de hacer cosas imposibles e inimaginables. Desde que te alejaste solo me consuela la luna, que alumbra mi rostro humedecido, por las lágrimas que llevan tú nombre. A la cual pregunto por ti y el porque de no merecerme tu amor; pero ni ella ni nadie me da la respuesta, que habré hecho mal, a caso seré merecedor de esta gran pena. Será que no oyes mi llanto, será que no ves mi anhelo. Tal vez mi amor nunca te convenció, tal vez nunca merecí amarte; quisiera cerrar el libro del recuerdo, dejando paso al presente, encontrando el amor verdadero igual al que tú pudisteis darme.

A UN AMOR PERDIDO

En esta carta quiero expresarte todo lo que no pude decirte, porque me parece que vas desapareciendo de este mágico y hermoso sueño. Querida mía siempre despierto a tu encuentro, en cada melodiosa poesía, ahí estas en mis pensamientos profundos e intensos, nunca pude tenerte como quería, ni pude sentirte y amar tu loca vida, fuiste una bella inspiración a mi alma, una sonrisa a mi nostalgia, una motivación por las mañanas y una esperanza que aun no acaba. Porque mi cielo, porque no puedes entender que lo que siento por ti es inmensamente grande, acaso nunca supiste cuanto te ame, todo lo que quería darte, jamás sabrás lo que causastes, ahora no se que significo para ti en tu vida, pues mañana no sabre si aun te importo o solo soy un simple perdedor. Yo se mi amor que me querías, con mis locas fantasías, con mi mágica alegría, atrevida así decías, ocultarlo no podía, reprimirme me dolía, lo intente y súbitamente te empecé a perder, ya no te sentía, ya no vibrabas con mis poesías, tampoco mis palabras apagaban tu sed, pues perderte no fue ningún placer. Pensar mi vida que pensé que llegaríamos amarnos, tanta alegría y hoy puedo decirte en estas letras que vivo al límite de la agonía, voy observando tu imagen que no quiere acariciarme, haría cualquier cosa por tenerte cerca, aunque vivamos otra mentira, pues yo sin ti mi cielo no tengo vida, no tengo alegría, estoy ciego no veo la salida. Quisiera ser tu sol calentándote, la brisa del otoño acariciándote y la lluvia del invierno mojándote, extasiado me siento al no contemplarte, sólo el calor de tu piel, el sabor de tu boca, y tus deliciosos aromas, podrían calmar este dolor que siento, pues bien entiendo mi amor que tu buscas alguien mas, tampoco te quiero a mi lado si no estoy en ti y menos enloquecer así, dejemos vivir este loco amor como un sueño dormido, que el viento se lo lleve tan lejos de mi ser, que la lluvia lo diluya y el sol que es mi amigo lo regrese algún día cuando vuelvas a ver. Quisiera terminar esta epístola sin antes saber, si volverás a escapar con los sueños de antes, jugaras al amor con dados, con ases, o amaras con locura al fuego que te arde, sonreirás con cada poema que leas, mas yo llorare con cada foto que vea de ti, dormire pensando en tu aroma, o soñare que fui uno mas en tu alcoba, que hare ahora sin ti amor, tal vez, encuentres otro alguien que llegue amarte, que te de lo que tu esperas, pero no creo que llegue amarte como yo te amo, y te llegare amar, mi princesa bella de mi sueños. VALERIA